A lo largo de los años los agricultores han cultivado y han seleccionado aquellas variedades que mejor se han adaptado a su entorno, que han mostrado una mayor resistencia a plagas y enfermedades, que poseían unas características organolépticas excepcionales, de las que se obtenían unos mayores rendimientos, o las que soportaban mejor los procesos de conservación. Esta multitud de variedades locales existentes en el pasado vienen sufriendo un grave proceso de erosión genética, mientras se afianzan pocas variedades comerciales.
Según estimaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura) unas 50.000 variedades de interés para el sector agrario se pierden cada año en el mundo.
Después de la 2ª Guerra Mundial y tras el proceso conocido como “Revolución Verde” originó la preocupante y acelerada extinción de variedades utilizadas para la alimentación. Se calcula que en EEUU han desaparecido el 90% de las variedades históricas de frutas y verduras. De las 7.000 variedades de manzanos cultivados en el siglo XIX, quedan menos de un cien. En Filipinas se cultivaban miles de variedades de arroz, de las que solo han sobrevivido unas cen. En China, el 90% de las variedades de trigo cultivadas hace apenas un siglo ya non existen. Los expertos calculan que a lo largo del último siglo hemos perdido más de la mitad de las variedades de plantas cultivadas para la alimentación. Y esto es un problema, no solo por la pérdida de biodiversidad sino por la importancia que puede tener alguna de estas variedades para asegurar la alimentación de la población mundial.
Con el fin de conservar este material genético se han establecido en el mundo los llamados "bancos de germoplasma", que tienen como objetivo la recolección, conservación y caracterización de estas variedades, por sus atributos son consideradas de interés prioritario para beneficio de la humanidad, además de aportar conocimiento científico orientado a la optimización de la conservación y uso de los recursos fitogenéticos.
Los Grupos de Desarrollo Rural participantes en el proyecto de cooperación "Nuevos Horizontes" están trabajando coordinadamente con los Bancos de Germoplasma públicos, en la identificación y conservación de estas variedades. Una de las medidas puestas en marcha es la realización de prospecciones en el territorio para la identificación de estas variedades y cesión de material fitogenético a los Bancos de Germoplasma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario